El Parque Fluvial del Stirone - « Excursiones

El parque instituido en el 1988 se desarrolla a 14 km a lo largo del valle del Stirone, dónde desde los años cincuenta las actividades de extracción unidas a la realización de la autopista del Sol causaron una fuerte reanudación de los procesos erosivos, llevando a la luz capas ricas de fósiles a través los cuales han sido recostruidos importantes fases de la orogénesis alpina.
El Torrente Stirone, que serpentea en un paisaje agrícola, es afluente izquierdo del Taro, que termina justo antes de desembocar en el Po, señalando los limites entre las provincias de Parma y Plasencia.

El tesoro más grande del parque, que aflora entre las rocas, son los fósiles, sobre todo de moluscos y gasterópodos marinos, testigos de condiciones climáticas y ambientales muy diferentes de aquellos actuales.
El corazón del área protegida es el supuesto "museo a lo abierto", entre San Nicomede y Laurano, el tramo más rico en yacimientos fosilífero dónde el torrente recorre un profundo cañón incidido en las arcillas del Plioceno.

Desde el centro visitas de Scipione Ponte se puede hacer un interesante paseo paleontológico a lo largo del curso de agua, constelado por fósiles de edad progresivamente más reciente.
Gran parte de los restos hallados en zona son expuestos en los museos paleontológicos de Salsomaggiore y Fidenza.

The visitors centre at Scipione Ponte is the ideal departure point for a paleontological walk along the river, it is scattered with fossils that progressively reduce in age. A large number of the archeological finds discovered in the area are exhibited in the Paleontological museums in Salsomaggiore and Fidenza.

Alrededor bosques con refugios y los robles de las colinas entre casas dispersas y pequeños burgos de huella medieval. Las empinadas paredes a lo largo del torrente son un lugar ideal por los varios abejarucos europeos que en verano cavan los nidos en forma de galería.

Parte del patrimonio histórico del valle son el castillo de Vigoleno, con la parroquia románica de San Giorgio, la fortaleza de Scipione y la pequeña iglesia de San Nicomede, dónde según la tradición fluía una fuente salso-yódica. Las aguas subterráneas ricas en sal han sido desde la antigüedad un precioso recurso de la zona, dónde se desarrolló una real industria de la sal; en el siglo XIX sus propiedades curativas fueron a la base de la creciente fama de las Termas de Salsomaggiore.

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