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Parma (170.000 habitantes) capital de la provincia emiliana, está situada en la llanura a 52 m sobre el nivel del mar a lo largo de la Via Emilia, y está dividida en dos por el torrente Parma. Ciudad de nobles tradiciones culturales y musicales, es rica de numerosas obras de arte, testimonio de su glorioso pasado de capital europeo. Sede de una antigua universidad, Parma es sobre todo un activo centro de comercio y agrícolo, famosa en todo el mundo por sus florecientes industrias alimenticias que se jactan la primacía en la producción del queso Parmesano Reggiano y del célebre Jamón de Parma.

The Baptistry in Parma

Una visita de Parma no puede prescindir de la maravillosa vista de Piazza Duomo, donde la Catedral, el Baptisterio y el Palacio Episcopal crean un rincón medieval de rara sugestión. El Duomo (siglos XI-XII) es una de las expresiones más elevadas de la arquitectura románica padana, con espléndida fachada en forma de cabaña y planta a cruz latina; el interior es rico en obras maestras: las más célebres son sin duda la cúpula decorada con frescos por Correggio (Antonio Allegri) con la Asunción de la Vírgen (1526 -1539) y la Deposición, primera obra escultórea fechada de Benedetto Antelami (1178). La huella de Antelami es aún más evidente en el Baptisterio (testimonio del momento más significativo de la transición del románico al gótico), construido en mármol rojo de Verona sobre planta octagonal: el artista dirigió los trabajos de edificación y realizó casi por entero la conocida y apreciable decoración plástica.

A pocas decenas de metros de la catedral surge San Giovanni Evangelista, edificio renacentista (con fachada y campanario barroco) que hospeda extraordinarias obras pictóricas: entre ellas, en particular, la cúpula que representa el Tránsito de San Giovanni, pintado por Correggio en el 1520-21 y algunos frescos de Parmigianino (Francesco Mazzola) en los intradós de los arcos de tres capillas. Merece la pena visitar el entero Monasterio de San Giovanni, con sus encantadores claustros renacentistas y la farmacia antigua benedictina.

Aún Parmiggianino en la iglesia de la "Madonna della Steccata" espléndida renacentista de tipo bramantesco, cuyo mayor tesoro está constituido por el ciclo decorativo del arcone del presbiterio, realizado por Mazzola en el 1530-39 sobre el tema evangélico de las Vírgenes sabias y de las Vírgenes locas, mientras el otro "nume" del siglo XVI de la ciudad. El Correggio, está presente con otra obra maestra en la Cámara de San Paolo a su vez en el apartamento de la abadesa Giovanna de Plasencia, que pintó en 1519 bajo forma de una glorieta alegórica, sino también una reminiscencia de Mantegna también de Leonardo es uno de los mayores logros de la madurez del Renacimiento italiano.

The Pilotta Palace

A breve distancia de la Cámara de San Paolo, en pleno centro, el imponente Palacio de la Pilotta, hecho construir de los Farnesio, hospeda la Biblioteca Palatina, el Museo Arqueológico Nacional, el Teatro Farnese de madera (entre los teatros históricos más bellos del mundo), el Museo Bodoniano y la Galería Nacional, cierto una de las más importantes pinacotecas italianas (Correggio, Parmigianino, Beato Angélico, Leonardo, Cima de Conegliano, El griego, Van Dyck, Carracci, Sebastián del Piombo, Tiepolo, Canaletto y así sucesivamente) y poco más allá el neoclásico Teatro Regio, entre los más ilustres de Italia, testimonia la estrecha relación que une Parma y la música lírica. Pero muchos otros teatros, sea de vanguardia que de tradición, ofrecen estaciones de prosa, ballet y música concertistica de calidad.

Regio Theatre

Parma ciertamente no termina aquí. El visitador no puede perderse el Parque Ducal, magnífico ejemplo de jardín "al francés" rico en obras escultóreas de Jean Baptiste Boudard ni el Edificio Ducal que le rodea, pero también el Ayuntamiento y el Edificio del Gobernador, asomados sobre la centralisima Plaza Garibaldi, el Museo Lombardo (con reliquias de Maria Luisa y Napoleón), la Pinacoteca Stuard, las iglesias de Sant'Antonio, de San Sepulcro, de la Anunciada y de Santa Maria del Barrio, la Casa nativa de Arturo Toscanini, la Casa de la Música, el Castillo de los Títeres (con la espléndida colección de los Ferrari), el auditorio Paganini, la Cartuja de Paradigna (a las afueras de la ciudad).

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